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SOBRE MÍ

Desde que tengo uso de razón me ha encantado la cocina recuerdo ser muy pequeña y coger ya el libro de recetas de mi madre e imaginar que me gustaría cocinar.
No es que yo sea una cocinera experimentada, ni mucho menos, pero si que me gusta meterme en la cocina y sobre todo me relaja, aunque he descubierto que lo mejor es meter en la cocina a mis hijos conmigo mientras cocino y que se duerman, creo que siempre les quedara ese recuerdo, esos olores y les acompañaran toda la vida como algo entrañable.

Con esta pequeña entradilla se me ha olvidado decir que me llamo Raquel y tengo 34 años, estoy casada con el hombre más maravilloso del mundo, Chema, que es mi amor, mi norte, mi guía, mi apoyo constante, la persona que me saca una sonrisa cuando nadie más puede y el que sabe que me encuentro triste con solo una pequeña mirada. Llevamos 16 años juntos, los más felices de mi vida, y no se que haría sin él, me sentiría partida por la mitad.
Hasta hace 4 años era administrativo en una multinacional y trabajaba 10 horas diarias, era feliz con mi trabajo y mi vida en general pero de repente me quede embarazada y todo cambio. Cuando por fin nació mi hijo, Pelayo, mi mundo cambio y fue como si me dieran la vuelta como a un calcetín.
Siempre he sido muy niñera pero no pense que cuando yo tuviera un hijo me fuera a inundar ese sentimiento de amor puro e incondicional. Lo primero que hizo al nacer fue girarse y sonreirme mirandome a los ojos, en ese mismo instante me quede atrapada en los suyos para siempre. Y como iba a separarme de él, era imposible asi que deje mi trabajo y me quede en casa para disfrutar de cada instante a su lado y poder darle el pecho todo lo que quiso, 13 meses.
Un año y medio después sin apenas pensarlo mucho, porque si esto se piensa no se hace, me quede embarazada otra vez y nació mi otro tesoro, mi hija Olivia, tan pequeña y tan hermosa, recuerdo que tenía las uñas largas y parecía como si se hubiera hecho la manicura antes de salir, eso creo que es un aviso de lo presumida que va a ser, con ella seguímos apostando por la lactancia y nos fue también bien durante 14 meses.
Así que aqui me teneis en mi casa ocupandome de mis hijos, yo que siempre he pensado que era una mujer trabajadora, si os digo la verdad pensaba muchas tonterias antes de tener a mis pollitos. Creia que eso de dar el pecho no era para mi y ahora soy ferviente defensora de la lactancia a demanda, creía que pasaría a mis hijos a su habitación muy pronto, etc, etc ...
Me encuentro muy feliz en el papel de madre que cuida, cocina, limpia y lee cuentos, pero que sobre todo disfruta de ver a sus hijos como crecen ante sus ojos día a día.
El año pasado Pelayo empezo el colegio, yo no le hubiera llevado tan pequeño pero el insistio, y a mi se me queda un hueco en el corazón cada vez que no esta pero él esta muy féliz. Es un niño muy independiente pero al mismo tiempo dulce y cariñoso, su frase favorita "Te quiero mucho". Se mueve muchisimo, es super inquieto, ,imaginativo y muy inteligente, ya sabe escribir su nombre, contar hasta 100 y en inglés también, como os decía me tiene loca.
El tesorito parecia ser más tranquila y relajada, pero tiene un genio imparable y espiritu de funambulista, con 2 añitos discute con su hermano por las cosas como si tuviera su edad, es mimosa como su hermano así que de achuchones no me quejo.
Este año Pelayo empieza el segundo curso de infantil y su hermana se va a quedar muy triste porque se pasan el día jugando. Y no nos engañemos yo soy la que mas triste me voy a quedar.
Lo mejor es que disfruto cada segundo que puedo con mis tres amores y eso me hace muy feliz.


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